Postimpresionismo
También llamado
"Neo impresionismo" o "Post impresionismo" es un movimiento
artístico que nace en Francia a finales del siglo XVIII, es representado como
continuación y contraposición al Impresionismo,
toma elementos de este, pero a la vez rechaza de las limitaciones que supone.
Hoy en día,
nuestros ojos están acostumbrados a ver colores puros, paisajes de la
naturaleza, diferentes tipos de pinceladas, etc. Por ello para entender el
postimpresionismo se debe saber que a éste se le debe la libertad artística en
su conjunto. El postimpresionismo es la base de los estilos modernos y contemporáneos.
El crítico Roger Fry habla
por primera vez de este movimiento y llama “postimpresionistas” a los cuadros que aparecen a
finales del siglo XIX hechos
por pintores como Cezanne, Seurat, Gauguin, Van Gogh y
otros. Muchos de ellos empezaron por el estilo impresionista y lo abandonaron, desarrollando
el suyo propio.
Arte
Dentro del movimiento el arte era considerado como una
actividad específica que reproducía la realidad y no la ilusión.
Se le dio bastante importancia al dibujo y a la expresividad que tenían tanto los objetos como
las figuras humanas.
Escultura
Se buscaba darles
luz a las obras de arte e imágenes más completas y con forma, y
fue la base de muchos movimientos que surgieron tiempo después.
Arquitectura
Se buscó la
simetría y el uso de la geometría y los diseños dejaron
de ser tan asimétricos. También se persiguió la idea de realizar
composiciones simples que estuvieran llenas de armonía. A
menudo se construía con estilo gótico y barroco,
que era considerado como el más adecuado. Líneas curvas y espirales fueron
figuras policéntricas llenas de motivos y mensajes.
"Martes de Carnaval" por Paul Cézanne |
Paul Cézanne
Es el padre de la pintura moderna, puente entre el siglo XIX
y las nuevas propuestas del XX. Pero en vida Cézanne fue un pintor ignorado.
Arisco y misántropo, apenas expuso y no confió jamás en el mundo del arte. Sólo
tendría la admiración de algunos de sus más modernos contemporáneos y por
supuesto el de las nuevas generaciones, como Picasso o Matisse que afirmaron:
“Cézanne es el padre de todos nosotros”.
El pintor era extremadamente
pobre y muy poco sociable. Frecuentaba los bares de los impresionistas, pero
mientras el carismático Monet conservaba con el ingenioso Degas y el elegante
Monet, Cézanne se sentaba en un rincón mirando con el ceño fruncido la escena, todavía
con su ropa de trabajo, y de pronto daba un golpe en la mesa gritando cualquier
improperio, y se levantaba saliendo del bar de un portazo.
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