Arte Nouveau
El arte Nouveau
(arte nuevo) es un movimiento artístico que surge a fines del siglo XIX y se
proyecta hasta las primeras décadas del siglo XX. Generalmente se expresa en la
arquitectura y en el diseño. Se podría afirmar que es un estilo decorativo
desarrollado durante la bella época en Europa y Estados Unidos. Toma su nombre
a raíz de una exposición que realiza Munch en la galería parisina “La Maison
del Art Nouveau”, diseñada por Siegfrid
Bing (1838-1905), aunque se conoce con distintos nombres según los países:
modernismo en España, Jugendstil en Alemania, Sezession en Australia, Liberty
en Inglaterra, Floreale en Italia, modernismo o estilo modernista en Cataluña,
etc.
Recurría a líneas
sinuosas y composiciones asimétricas. Los motivos más frecuentes eran flores,
hojas y la figura femenina. Se aplicó al diseño de interiores, joyas, forja,
vidrio, cerámica, telas y, sobre todo, a la ilustración, que alcanzó gran
popularidad gracias al invento de la litografía. Una de las características
principales del Arte Nouveau es que se adapta a las circunstancias de la vida
moderna, por lo que se halla íntimamente ligado a la producción industrial,
desarrollándose en dos vertientes: la arquitectura y el diseño gráfico.
Arquitectura
La corriente del art nouveau explora su influencia no solo en las pinturas,
sino que su impacto es especialmente importante en el ámbito de la arquitectura. El estilo art
nouveau en la arquitectura comienza a ser usado y reconocido en el
mundo, luego de que el arquitecto belga Victor Horta (1861-1947) terminara la
casa Tassel en 1893.
Música
En la música de la Belle Époque también se dieron
cambios importantes. Los ejemplos más notables son las óperas de Richard Wagner
(Alemania) y Giuseppe Verdi (Italia). En Rusia, Tchaikovski, Músorgski y
Rimski-Kórsakov retornaron a las tradiciones nacionales manteniendo los cánones
clásicos, y en Austria, Johann Strauss fusionó en sus obras elementos clásicos
y populares.
Arte
"El beso" por Gustav Klimt |
Con los avances técnicos,
como la aparición de la fotografía y el cine, los artistas se replantearon la
función de su trabajo, que ya no consistía en imitar a la realidad, pues las
nuevas técnicas lo hacían de forma más objetiva, fácil y reproducible. Los
nuevos lenguajes artísticos y las formas de expresión que buscaban integrar el
arte con la vida y con la sociedad representaron una nueva relación del artista
con el espectador, permitiendo que se involucrara en la percepción y
comprensión de la obra, así como en su difusión y mercantilización. Esto llevó
al auge de los museos [y galerías de arte].El diseño gráfico adquirió una
importancia sin precedentes con los carteles publicitarios, fundamentales en
una sociedad de consumo.
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